La primera y única reflexión que haré , es sobre la dificultad que tuve (que también tuvieron otros compañeros) para expresarme de la misma manera en la que le cuento a mi abuela que tal me ha ido la semana. De hecho, no lo conseguí. De hecho, sabía de antemano que no lo iba a conseguir.
Comparando esta exposición oral con las otras pocas que me ha tocado hacer como estudiante, me doy cuenta de que solo hay 2 maneras de hablar con seguridad y tranquilidad (tanto o mas importante que hablar con conocimiento visto lo visto). La primera sería tener muy preparado el tema de manera que puedas centrar toda tu atención en controlar la actitud, la segunda es tener mucho "cayo", de manera que puedas concentrarte en el contenido de tu exposición a sabiendas de que la actitud te acompaña.
En mi caso particular, es sin duda una de mis tareas pendientes que por cierto debería atender lo antes posible.
En cuanto a la organización del debate o la actividad en si, todo positivo!
Ismael
En un principio. Me gusto la idea
del debate por la preparación que conlleva hablar en público, ya que en un
futuro cercano, será un reto al que tendremos que enfrentarnos cotidianamente.
Sinceramente, cuando empezamos el
debate, me costó expresarme con naturalidad, tal vez porque me vi totalmente sometido
al rol de orador, y no fuí lo
suficientemente valiente como para soltarme del esquema preparado y hablar de
forma natural con mis propias palabras recurriendo más a la improvisación.
Me sorprendió como nos
involucramos todos con la postura que debíamos defender, porque nos influyó (a
mi y creo que al resto de mis compañeros) tanto que nos metimos ciegamente en
el papel que defendíamos, y luego esto chocaba cuando 5 minutos más tarde defendíamos
la postura contraria.
La experiencia en general fue positiva.
De lo negativo por mi parte solo puedo recordar la espera antes de intervenir
que por los nervios del momento. Además
creo que he aprendido conceptos al charlar como mirar a la persona con la que
se está debatiendo, ponerse en la posición más cómoda y convincente para la
intervención (no es necesario ni obligatorio estar sentado) creerte lo que
tienes que exponer, porque aunque puedas dar razones muy convincentes tienes
que demostrar al receptor tu credibilidad en tus argumentos. También en las
réplicas conviene no solo escuchar a los demás, conviene anotar ordenadamente
para que, si es el caso, puedas re debatir sus argumentos.
Como conclusión personal, me
gusta el torneo de debate pero considero que en un debate no debería de haber
ni ganador ni vencido, porque no conviene tener una postura firme. Al
contrario, es preferible tener una mente abierta, escuchar opiniones de los
demás, analizarlas, y hacer un balance de todas las ideas expuestas para
crearse una opinión personal del tema del que se habla.
Andoni Baigorri.
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